El concepto judío del "paraíso"

Basándose en el uso figurativo de las Escrituras Hebreas de Miyma#f$ - "shamayim" (cielos) como el lugar donde habita Dios (Sal.14.2; Is.63.15) y los ángeles (Gen.28.12; 1R.22.19), la literatura judía del período entre 400 a.E.C. y el tiempo de Cristo desarrolla una teología del cielo que va mucho más allá de lo dicho en las Santas Escrituras.

Un erudito nos dice: "Bajo la influencia de tales frases del A[ntiguo] T[estamento] como 'cielo de cielos' y 'cielo y cielo de cielos' (Dt.10.14; 1R.8.27; 2Cr.2.6[MT2.5]; 6.18), se desarrolló la creencia en múltiples niveles de cielo (p.ej., T.Levi 2:6-3:8; b.Ros Has.24b; b. Sanh.110a). En la cumbre superior se encuentra el trono de Dios (T.Levi 3:4; 5:1), rodeado por ángeles (T.Levi 3:1-8; 1 Enoc 51:4; 61:10-11). Se creía que el Paraíso, normalmente identificado con el Huerto de Edén, se preservaba con Dios en el cielo. Últimamente se abriría a los justos en la próxima vida para que pudiesen comer del Árbol de la Vida (T.Levi 18:10-11; comparar también con 2 Apoc. Bar. 4:3-7). En 4 Esdras 7:36-38, el autor presenta el ‘paraíso’ como un lugar de deleite y reposo enfrente del abismo de ‘infierno’. Esto puede dar evidencia de una tradición parecida a la de que hace uso Jesús en Lucas 16.19-31" (Dictionary of Jesus and the Gospels, p.307).

Los judíos del primer siglo, entonces, creían en varios niveles de "cielo", a veces tres, cinco, siete, ¡o hasta diez! El "paraíso" llegó a referirse a un "departamento" del "seol", donde los muertos justos esperaban su salvación final por una resurrección (1 Enoc 60:8; 61:12; 70.3). De allí llegó a ser vista también como el lugar del descanso final de estas personas (1 Enoc 8-9; Bar.51:3). El paraíso fue entonces localizado dentro del tercer cielo (2 Enoc 8.1; Apocalipsis de Moisés 37:5).

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