Principios de interpretación de las Santas Escrituras
Para entender correctamente la Palabra de Dios, cada texto en primer lugar debe considerarse dentro de su contexto inmediato. Nunca se debe arrancar un versículo del pasaje en el cual se sitúa. Como bien se dice, "Un texto sin contexto es un pretexto".
En segundo lugar, la interpretación de un versículo debe concordar con la enseñanza de toda la Palabra de Dios. No podemos hacer que un versículo contradiga lo que claramente se dice en otra. Este principio es de fundamental importancia al acercarnos a versículos difíciles o de interpretación oscura.
Finalmente, no debemos escoger "ignorar" un texto que no cabe con nuestro esquema de interpretación. Si existen 99 textos que parecen enseñar una cosa, y un texto que enseña el contrario, no podemos sencillamente pasar por alto de este texto, como si no existiera. Debemos encontrar una harmonía entre todos ellos.