Argumentos médicos

En abril de 1989, un articulo fascinante apareció en una edición de "Bible Review" titulado "Two Questions about Crucifixión" ("Dos Preguntas sobre la Crucifixión"). La investigación médica para este proyecto fue hecha por Frederick T. Zugibe en colaboración con un socio profesor de patología en Columbia University College of Physicians and Surgeons. Después de hacer su estudio Zugibe concluye:

1) Jesús no murió de asfixia sino de conmoción y trauma. Además, un hombre empalado con los brazos estirados sobre su cabeza moriría en minutos, mientras que un hombre con los brazos extendidos hacia los lados a un ángulo de 60 o 70 grados podría vivir durante horas sin morir.

2) Hay dos posiciones en la palma de cada mano que permiten la penetracion de un clavo para soportar los kilos de un cuerpo humano.

Otro artículo nos hace constar que hace anos, A.A. LaBec (1925) y Dr. Pierre Barbvet (1953) concluyeron que una persona colgada por sus brazos por encima de la cabeza moriría en minutos, a causa de la inhabilidad de los pulmones para extenderse y contraerse en tal posición. Adicionalmente, un radiólogo austriaco, Hermann Moedder, experimentó con estudiantes médicos en los años 40, colgándolos por las muñecas con sus manos directamente por encima de sus cabezas. En unos cuantos minutos, los estudiantes palidecieron, la capacidad de sus pulmones cayo de 5,5 litros a 1,5 litros, bajó la tensión de la sangre y el pulso se aceleró. Moedder concluyó que la inhabilidad para respirar ocurriría después de unos seis minutos si no se les permitiera ponerse de pie y descansar. (24)

En relación a todo esto, hay un artículo más que aporta argumentos. Se encuentra en el "Heraldo de Aragón", y se titula "Crucifixiones en los campos nazis de exterminio" (31- 3- 96). En este artículo se declara que cuando había un caso en el que un prisionero en particular era atlético y podía mantener su respiración mientras le crucificaban, los nazis incrementarían su dificultad poniendo pesas en sus pies, lo cual es similar al método de los romanos de romper las piernas. El tiempo que el prisionero duraba dependía del grado en que estaban separados los brazos. Si sus brazos estaban atados juntos, el moriría más pronto que si estuvieran extendidos. En la primera situación, el duraría unas tres horas, mientras que en la segunda situación duraría seis horas.

Mirando a Marcos 15:25, vemos que Jesús fue crucificado en la tercera hora y en Marcos 15:33 dice que murió en la novena hora. Así que Jesús estuvo en la cruz unas seis horas. Le hubiera sido imposible durar seis horas si hubiera tenido los brazos sobre su cabeza. Y con la dificultad de respirar de esa manera, ¿cómo habria podido orar de modo audible, hablarle a su madre y tener una conversación con uno de los ladrones? Todas estas cosas habrían sido más que impensables.

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