Conclusión

¿Qué pues concluiremos?

Primero, que la Biblia misma no justifica ninguna maniobra para hacer que una parte del naós estuviera en el cielo, y otra parte en la tierra. El templo espiritual de Dios, donde están tanto los ungidos como la grande muchedumbre, se encuentra en el cielo.

Y en segundo lugar, que es muy poco ético recurrir al engaño al presentar información falsa, que supuestamente es el mensaje de la Palabra inspirada de Dios, para hacer a la gente aceptar nuestras ideas o creencias. Quedémonos con la que la Biblia de verdad dice, sea cual sea las repercusiones sobre nuestro actual sistema de creencias.

Volver al menú inicial de este tema

Volver a la página principal