El politeísmo es excluido

El apóstol Pablo confirma este pensamiento de la exclusividad de Jehová como Dios en 1Cor.8.4-6: "Ahora bien, respecto al comer alimentos ofrecidos a ídolos, sabemos que un ídolo no es nada en el mundo, y que no hay más que un solo Dios. Porque aunque hay aquellos que son llamados "dioses", sea en el cielo o en la tierra, así como hay muchos "dioses" y muchos "señores", realmente para nosotros hay un solo Dios el Padre, procedente de quien son todas las cosas, y nosotros para él; y hay un solo Señor, Jesucristo, mediante quien son todas las cosas y nosotros mediante él" (énfasis mía). Pueden haber muchos "dioses" (si así son llamados, aunque no fuesen dioses en realidad), pero el pueblo de Dios sólo tiene uno.

También se nos dice en Ef.4.4-6: "Un cuerpo hay, y un espíritu, así como ustedes fueron llamados en la sola esperanza a la cual fueron llamados; un Señor, una fe, en bautismo; un Dios y Padre de todos, que es sobre todos y por todos y en todos" (énfasis mía). Si sólo hay un Dios, ¿quién es: Jesús o Jehová? Y, si sólo existe un Señor, ¿quién es: Jehová o Jesús?

La Biblia, por lo tanto, excluye el politeísmo, y reconoce a un único Dios, nunca a un Dios mayor y otro menor. (Ver también Dt.4.35, 39; 2Sam.22.32; Rom.3.30; 16.27; Gál.3.20; 1Tim.1.17; 2.5; Stg.2.19; Jud.25.) Nos obliga a escoger entre el monoteísmo de los judíos y el politeísmo practicado por las demás naciones: no hay camino medio. El politeísmo – la creencia en varios dioses – no es opción para el cristiano.

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