Conclusión:

Hemos visto que las Santas Escrituras no nos permiten limitar el número de hijos del Nuevo Pacto. Según lo que hemos visto en ellas, no es correcto afirmar que no son más de 144.000, ya que deben sumar varios millones como mínimo.

La verdad es que Jehová Dios, mediante la obra de su Hijo Jesucristo, nos ofrece a todos la posibilidad de llegar a ser hijos de Dios. Pablo nos dice en la carta a los Romanos que "todos los que son conducidos por el espíritu de Dios, estos son los hijos de Dios" (Romanos 8:14). Si somos guiados por el espíritu de Dios - y quién pretende poder servir a Jehová sin esta ayuda y guía de su espíritu - entonces, según las Santas Escrituras, somos hijos suyos.

Hablando de la obra del Señor Jesucristo, Juan nos dice que "a cuantos sí lo recibieron, a ellos les dio autoridad de llegar a ser hijos de Dios, porque ejercían fe en su nombre" (Juan 1:12). Llegar a ser hijo de Dios no es difícil, y está al alcance de cada uno. Debemos recibir al Señor Jesús, proclamándole Señor de nuestras vidas, y creer en su obra en el madero donde murió para redimirnos de nuestros pecados. ¿Has hecho esto? Si no, hazlo hoy mismo, porque "no hay otro nombre [menos el de Jesús] debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos" (Hechos 4:12).

¿Qué creeremos? ¿El testimonio de las Santas Escrituras? ¿O una enseñanza de origen humana que contradice este testimonio claro? Que cada uno medite en estas verdades, y actue delante de Jehová Dios conforme su propia conciencia le dicte.

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